miércoles, 15 de junio de 2011

http://www.youtube.com/watch?v=YcmvzRvsf8g&feature=player_embedded
Yo diría la represión catalana pues estos son mossos camuflados, para provocar disturbios y justificar las cargas de intervención. Siempre pasa lo mismo.

viernes, 10 de junio de 2011

¿TE MANIPULAN POLÍTICAMENTE?

10 motivos por lo que la enseñanza pública es tan precaria en nuestro país, y al gobierno no le interesa solucionar el problema.

¿Te manipulan políticamente?


El lingüista Noam Chomsky elaboró la lista de las “10 Estrategias de Manipulación” que se utilizan, a través de los medios, (TV basura, prensa rosa, rivalidades del futbol, cotilleos, etc… etc…) para arrearnos:
1.    La estrategia de la distracción.
El elemento primordial del control social es la estrategia de la distracción que consiste en desviar la atención del público de los problemas importantes y de los cambios decididos por las élites políticas y económicas, mediante la técnica del diluvio o inundación de continuas distracciones y de informaciones insignificantes. La estrategia de la distracción es igualmente indispensable para impedir al público interesarse por los conocimientos esenciales, en el área de la ciencia, la economía, la psicología, la neurobiología y la cibernética. “Mantener la Atención del público distraída, lejos de los verdaderos problemas sociales, cautivada por temas sin importancia real. Mantener al público ocupado, ocupado, ocupado, sin ningún tiempo para pensar (ver "Armas silenciosas para guerras tranquilas")   "El terror se basa en la incomunicación y el aislamiento " (Rodolfo Walsh)  
2. Crear problemas y después ofrecer soluciones.
Este método también es llamado “problema-reacción-solución”. Se crea un problema, una “situación” prevista para causar cierta reacción en el público, a fin de que éste sea el mandante de las medidas que se desea hacer aceptar. Por ejemplo: Dejar que se desenvuelva o se intensifique la violencia urbana (Delincuencia), u organizar atentados sangrientos, a fin de que el público sea el demandante de, estrictas, políticas y leyes de seguridad en perjuicio de su propia libertad. O también: crear una crisis económica para hacer aceptar como un mal necesario el retroceso de los derechos sociales, privatizaciones y el desmantelamiento de los servicios públicos.  
3.    La estrategia de la gradualidad.
Para hacer que se acepte una medida inaceptable, basta aplicarla gradualmente, a cuentagotas, por años consecutivos (Como se viene haciendo con ciertas privatizaciones). Es de esa manera que condiciones socioeconómicas radicalmente nuevas (neoliberalismo) fueron impuestas durante las décadas de 1980 y 1990: Estado de bienestar mínimo, privatizaciones, precariedad, flexibilidad, desempleo en masa, salarios que ya no aseguran ingresos decentes, tantos cambios que hubieran provocado una revolución si se hubiesen aplicado de una sola vez.  
4.    La estrategia de diferir.
Otra manera de hacer aceptar una decisión impopular es la de presentarla como “dolorosa, pero necesaria” (Como la actual reforma a la edad de las jubilaciones, por el Gobierno y la oposición española), obteniendo la aceptación del público, en el momento, para una aplicación futura. Es más fácil aceptar un sacrificio futuro que un sacrificio inmediato. Primero, porque el esfuerzo no es empleado inmediatamente. Luego, porque el público, la masa, tiene siempre la tendencia a esperar ingenuamente que “después de esto todo irá a mejor y el sacrificio podrá ser evitado”. Esto da más tiempo al público para acostumbrarse a la idea del cambio y de aceptarla con resignación cuando llegue el momento.  
5. Dirigirse al público como criaturas de poca edad o enfermos mentales. La mayoría de la publicidad comercial o política televisiva dirigida al gran público utiliza discurso, argumentos, personajes y una entonación particularmente infantil, muchas veces próximos a la debilidad, como si el espectador fuese una criatura de poca edad o un deficiente mental. Cuanto más grande sea el engaño al espectador, más se tiende a adoptar un tono infantil. ¿Por qué? “Si uno se dirige a un individuo como si tuviese la edad de 12 años o menos, entonces, en razón al poder de sugestión de ese individuo, se tendrá  una respuesta o reacción también desprovista de un sentido crítico como la de una persona de 12 años o menor edad" (ver “Armas silenciosas para guerras tranquilas”).  
6. Utilizar el aspecto emocional más que reflexivo.
Hacer uso del aspecto emocional es una técnica clásica para causar Shock, una suerte de corto circuito en el análisis racional, y finalmente al sentido crítico de los individuos. (Ejemplo mostrar una y otra vez a víctimas de un desastre, un atentado o de una crisis económica, para utilizarlas como justificante y así llevar a cabo “Decisiones impopulares, pero necesarias”)  Por otra parte, la utilización del registro emocional permite abrir la puerta de acceso al inconsciente para implantar o injertar ideas, deseos, miedos y temores, compulsiones, o inducir comportamientos…   "El arte de nuestros enemigos es desmoralizar, entristecer a los pueblos. Los pueblos deprimidos no vencen. Nada grande se puede hacer con la tristeza" (Arturo Jauretche)  
7. Mantener al público en la ignorancia y la mediocridad.
Hacer que el público sea incapaz de comprender las técnicas que influyen directamente en él  y los métodos utilizados para su control y esclavitud. “La calidad de la educación dada a las clases sociales inferiores, debe ser la más pobre y mediocre posible con el acceso a la menor cantidad de información verdadera, de forma que la distancia de la ignorancia que se planea entre las clases inferiores y superiores parezca, sea y permanezca inalcanzable para las inferiores"   “La mayoría de los profesores enseñan hechos.  Los buenos profesores enseñan ideas.  Los grandes profesores enseñan cómo pensar” (Jonathan Pool)  
"La ignorancia es el peor enemigo de la civilización, y la ignorancia suele ser, en sus efectos, tan malvada como la propia maldad" (Eugenio María de Hostos)  
8. Estimular al público a ser complaciente con la mediocridad. 
Promover al público a creer que es “La moda” ser simple, estúpido, vulgar e inculto. Instando a tratar como a “Bicho raro” a quien piensa más de la cuenta. ¿Parece Irónico no?  
9. Reforzar la auto culpabilidad.
Hacer creer, al individuo, que él es el único culpable de su propia desgracia, por causa de su poca inteligencia, mínimas capacidades, o de su insuficiente esfuerzo. Así, en lugar de rebelarse en contra del injusto sistema económico en el que vive, el individuo se auto desvalida y se culpa, lo que genera un estado depresivo, uno de cuyos efectos es la inhibición de su acción.  
10. Conocer a los individuos mejor de lo que ellos mismos se conocen. En el transcurso de los últimos 50 años, los avances acelerados de la ciencia han generado una creciente brecha entre los conocimientos del público y aquellos poseídos y utilizados por las élites dominantes. Gracias a la biología, la neurobiología y la psicología aplicada, el “Sistema” ha disfrutado de un conocimiento avanzado del ser humano, tanto de forma física como psicológica. El sistema ha conseguido conocer mejor al individuo común, más de lo que él se conoce a sí mismo. Esto significa que en la mayoría de los casos, el sistema ejerce un control mayor y un gran poder de manipulación y utilización de los individuos, mucho mayor que el de los individuos sobre sí mismos.


domingo, 5 de junio de 2011

LIBRE OPINIÓN.

Un artículo muy bueno que copio y pego para que aquellos que no sepan cómo llegar a él.
Podréis leerlo y quizás entender el porque es necesario disponer de partidos jóvenes limpios y           transparentes, progresistas, que promuevan la unidad entre todos los territorios españoles, que nos convierta en una nación fuerte y poderosa, dentro del ente mundial, como C’s ciudadanos centro izquierda no nacionalista,  o cualquier otro que pudiera surgir en el futuro.  El separatismo y la división nos llevarían al desastre total.

Antonio Donate Gil.

Autor: Eduard Punset 5 junio 2011
En tiempos de crisis la manada recurre, evolutivamente, a los jóvenes para el liderazgo. Así ocurrió también en la Transición de la democracia después del franquismo. A nivel político todo el mundo lo recuerda; a nivel social aporto el ejemplo que viví personalmente: a mi regreso a España a mediados de la década de los 70, después de 20 años fuera, acepté la dirección de un servicio de estudios en la banca. En poco tiempo pude constatar cómo los tres presidentes de los primeros bancos del país fueron apartados o absorbidos por otros; no entendían nada de los cambios que estaban ocurriendo en la economía y mercados monetarios, a pesar de su probada experiencia anterior, hasta tal punto que las instituciones implicadas optaron, acertadamente, por recurrir a dirigentes mucho más jóvenes.
Ahora bien, cuando se cumple este proceso y las nuevas generaciones de políticos defraudan a la manada, esta se da cuenta de la inutilidad de haber apartado a los mayores y suele generalizarse una ola de desencanto. Esto es lo que ha ocurrido, muy probablemente, en la actualidad.
Las barreras de entrada en el mercado político son casi infranqueables. Es por ello, uno de los sectores en los que resulta más difícil innovar. La mayoría de los ciudadanos se sienten ahora frustrados de que no salgan iniciativas regeneradoras desde dentro del sistema. En esas circunstancias, la acción de los jóvenes es todavía más indispensable. ¿Cuáles son las pautas que se desprenden del proceso de renovación del nuevo pensamiento social?
De forma gradual pero continuada, ir superponiendo a la cultura de división entre derechas e izquierdas -que condujo a la cruenta guerra civil- la división más productiva entre los que están delante de las masas y los que están detrás. Esa tradición heredada, como casi todas las tradiciones, está causando daños irreparables en la cristalización de un nuevo pensamiento social y renovado.
El nuevo pensamiento entraña, en segundo lugar, la renuncia a la violencia que, en el caso de España –uno de los pocos y grandes países que sucumbió a los horrores de la guerra civil-, es innegable. A escala mundial, científicos como Steven Pinker y otros han demostrado ya que, en contra de lo que muchos creen, están disminuyendo los índices de violencia en las sociedades modernas y aumentando los de altruismo; nos ha precedido un pasado horrible y cruel que está en la mente de todos.
La introducción del aprendizaje emocional en el sistema educativo constituye un instrumento imprescindible para consolidar ese objetivo. La democracia recuperada ha fallado en garantizar a la juventud un nivel de ocupación adecuado: la tasa del 45% de jóvenes parados es inaceptable. Yo creo –en contra de la opinión de muchos mayores e incluso de jóvenes-, que el sistema educativo es en gran parte responsable de esa situación, al no suministrar las nuevas competencias necesarias en la sociedad del conocimiento; el sistema educativo sigue enfocado a garantizar las competencias para conseguir trabajo en la sociedad reflejo de la revolución industrial y no de la nueva sociedad del conocimiento. Trabajar en equipo de modo cooperativo y aprender a gestionar sus emociones son dos de las competencias clave en el mundo que se avecina.
Tras el enunciado del recurso hacia los jóvenes, renuncia a la violencia e introducción de la gestión emocional en el sistema educativo, procede corregir los errores que han caracterizado la vida política en los últimos años. Es impensable que puedan conseguirse, de la noche a la mañana, todas las aspiraciones de los últimos dos mil años. Tendrán que aflorar solo las imprescindibles, que respondan al sentir mayoritario en la situación actual.
En primer lugar, está la falta de transparencia y legitimidad del sistema electoral. El derecho de libre elección de los representantes de los ciudadanos ha quedado reducido a la asignación burocrática de los elegidos por los comités permanentes de la dirección de los partidos políticos. Es urgente corregir esta fuente de resentimiento popular, cuya aplicación se justificó durante la Transición política para fortalecer a los partidos que habían sobrevivido a duras penas la dictadura franquista
El cese de la interferencia de los partidos en el poder judicial para preservar la división de poderes entre el legislativo, ejecutivo y judicial constituye otra de las grandes reivindicaciones pendientes que reclama la sociedad española.
La eliminación de la corrupción en los procesos urbanísticos que ha permitido concertar la financiación de los partidos políticos en detrimento del necesario cuidado y protección del paisaje y de la naturaleza, son otras de las prácticas que no admiten más demoras.
Por último, la comunidad científica consensuó en el siglo XX que no éramos únicos –en contra de las tesis del pensamiento heredado-, sino solo distintos del resto de los animales. Ahora, liderada por los neurólogos más reconocidos, la comunidad científica acepta que somos únicos, pero gracias a las redes sociales cuya libertad de acceso es preciso salvaguardar; el intercambio de conocimientos, chismorreos y genes dan paso a una nueva civilización que no necesitara dos mil años para cristalizar sino unos pocos. Las redes sociales confieren un gran peso a la manada; el peligro estaba cuando ese gran peso podía ejercerlo un solo individuo.
La existencia de redes sociales da mayor universalidad y un impacto más rápido a las propuestas, pero sigue exigiendo un periodo de reflexión y maduración de las mismas. Después habrá que buscar puentes de contacto y comprensión con las corrientes políticas dentro del sistema, que puedan contribuir a impulsar las reformas. Por último, la más modesta preparación de un plan de contingencia si fallaran las medidas anteriores exigiría, con toda probabilidad, una mayor presencia pacífica en las calles y articulación de apoyos políticos ahora inexistentes.
La vida misma es el equilibrio entre las fuerzas agresoras y contaminantes por una parte y la capacidad celular para regenerarse por otra. Cuando la segunda no está a la altura de la primera sobreviene la muerte. Yo creo, sinceramente, que la protesta ha recordado la necesidad de neutralizar las fuerzas agresoras que, a fuerza de niveles exagerados de impotencia, desencanto y desánimo podrían poner en peligro el equilibrio social. Ese toque de atención era imprescindible porque no se oía nada relevante desde el interior del sistema.